Guerra del Ibérico: Extremadura Clama Contra la Devaluación de la Pureza Racial por Guijuelo

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Una «guerra abierta» ha estallado entre las Denominaciones de Origen de jamones ibéricos debido a la reciente decisión de la DOP Guijuelo de rebajar las exigencias de calidad. Guijuelo ha decidido permitir la comercialización de jamones con solo un 50% de raza ibérica, una categoría que antes no contemplaban, sumándose a las de 75% y 100%.

Esta medida ha provocado un «fuerte malestar» en las otras tres denominaciones —Jabugo, Los Pedroches y Dehesa de Extremadura—, que se oponen firmemente a esta flexibilización. Estas DOP, de hecho, han trabajado en los últimos años para reformar sus pliegos de condiciones, logrando la aprobación de Bruselas, para exigir una pureza racial del 100%.

Desde Guijuelo, su directora general, Teresa Rodríguez Vidal, defiende la modificación argumentando que no implica riesgo para la calidad, que se vincula más a la alimentación, el manejo y la elaboración del producto, y no únicamente a la raza [8, 9]. Enmarca las protestas como una «lucha comercial» y asegura que Guijuelo responde a la «demanda de productores y elaboradores», afirmando que «el que manda al final es el consumidor».

Sin embargo, desde Los Pedroches, se denuncia que esto busca «primar el volumen» y «ampliar capacidades de forma ilimitada con producciones intensivas» . La Dehesa de Extremadura califica la decisión como «toda una aberración y un despropósito», temiendo un «coladero de productos de menor o baja pureza racial» que confunda al consumidor y devalúe la imagen del ibérico de calidad.

A pesar de la fuerte oposición de las DOP, el Ministerio de Agricultura ha calificado la modificación de Guijuelo como «normal» y ha recibido informes favorables de las Juntas de Andalucía, Castilla y León e, incluso, Extremadura, lo que ha generado incomprensión en las denominaciones que apuestan por la máxima calidad. Los productos 100% ibéricos de bellota llevarán la etiqueta negra, mientras que los cruces (75% y 50%) se identificarán con la etiqueta roja.

Conclusión

Desde la Dehesa de Extremadura, la postura es clara y contundente: se rechaza enérgicamente la rebaja de las exigencias raciales de Guijuelo. Se percibe esta acción como un grave retroceso que atenta directamente contra la calidad, exclusividad y la diferenciación del origen por las que se ha luchado durante años. La introducción de un 50% de raza ibérica es vista como una puerta abierta a la confusión del consumidor y a una devaluación del producto que prioriza el volumen sobre la verdadera excelencia. El Consejo Regulador de la DOP Dehesa de Extremadura, a través de su presidente Francisco Javier Morato, ha convocado una reunión de urgencia para evaluar los pasos a seguir, incluyendo la presentación de recursos de alzada, reafirmando su compromiso inquebrantable con la defensa de la autenticidad del jamón ibérico extremeño. Para Extremadura, la clave reside en la claridad y la pureza, valores que consideran en peligro por esta decisión.