Fuente de Cantos vivió ayer tarde minutos de gran tensión y alarma por el incendio de un vehículo en su calle principal, la calle Llerena, tensión acrecentada por la carencia de medios para sofocar el fuego e impedir que afectase a las viviendas y vehículos vecinos.
El suceso tuvo lugar poco antes de las 20.00 horas. Un joven de la localidad de Guadajira (y no sevillano, como publicamos por error), que había acudido como invitado a una boda, notó, al pasar por la plaza del ayuntamiento, que empezaba a salir humo del motor de su coche, un Ford Mondeo negro. Trató de aparcar, pero no había sitio y siguió por la calle Martínez. En la esquina de Virgen de Guadalupe con Llerena, paró y sus acompañantes bajaron del vehículo. Señalar que en este punto hay una discrepancia por parte de algún testigo, que apunta que no se notó nada raro al vehículo hasta llegar precisamente a la calle Llerena, que es cuando habría empezado a salir humo.
Él siguió hasta encontrar aparcamiento unos 200 metros más arriba. En ese momento, la humareda ya era más espesa, por lo que optó por salir del coche y dar aviso a los servicios de emergencia.
Inmediatamente, el coche empezó a arder con virulencia, con llamas de gran altura sembrando el temor entre los numerosos curiosos congregados, por la posibilidad de que el fuego afectase a otros vehículos cercanos y a las viviendas vecinas.
A los pocos minutos llegaba una patrulla de la Policía Local, que trató de mantener alejados a los curiosos y localizar a los propietarios del resto de vehículos para que los alejasen de las llamas. Poco más podían hacer, salvo dar aviso a la Guardia Civil y a los Bomberos del Parque de Zafra, ya que Fuente de Cantos carece de servicio de extinción de incendios, y no cuenta ya con los efectivos voluntarios que antes existían.
Mientras se esperaba la llegada de los bomberos desde la localidad segedana, el fuego devoraba el coche y prendía en la puerta y persianas de la casa más próxima.
Al fin, con la llegada de los bomberos se pudo atacar las llamas y extinguir el incendio.
No hubo que lamentar desgracias personales, aunque el coche quedó totalmente calcinado y la fachada vecina sufrió importantes daños.