Creí que la reunión del viernes en el teatro sobre la basura era para escuchar a los ciudadanos, pero no, nos metieron sin anestesia una soflama de dos horas, a ratos soporífera (tuve que seguirla de pie para no dormirme) y a ratos recordando Barrio Sésamo.
Es una vieja estrategia: si ves que el ambiente está caldeado, recurres a la doble A: aburrir y agotar, para que el personal tenga ganas de acabar y marcharse y no cuestione mucho.
Me llamó la atención de inicio que tanto la alcaldesa como el gerente mostrasen fotos apocalípticas de contenedores (no sé muy bien a dónde correspondían) para decir lo guarros e incívicos que somos, y también que se les colase una foto de un contenedor azul de cartones repleto de cartones ¿de quién sería la culpa, del ciudadano que lleva el cartón a su sitio o de quien no lo recoge?
Pero vayamos a las intervenciones, de manera muy resumida porque responder a una charla de dos horas llevaría folios y folios.
Alcaldesa: habló mucho de ‘bulos’ pero no aclaró cuáles eran, ¿por qué? Otro tema, por aclarar algunas cosas que he oído: no es cierto que se aplazase la reunión del miércoles por el fútbol, la causa fue que la alcaldesa no podía ese día. Lo que es, es, y esa fue la cuestión, que estaba fuera, sin más interpretaciones extrañas.
Pintó también la alcaldesa un panorama idílico sacado de los mundos de Yupi, al decir que en la Mancomunidad no hay partidos ni colores y las decisiones se toman por unanimidad. Claro que entonces ves que precisamente en la reunión sobre la basura, celebrada en septiembre pasado hubo cuatro votos en contra y dos abstenciones. No parece mucha unanimidad. Es lo que pone el acta oficial, a no ser que este acta sea un bulo.
Parece que lo de los cubos se hace por nuestra irresponsabilidad, lo que resulta sorprendente que diga una gobernante de sus gobernados. Dijo que no se iba a violar la intimidad inspeccionando los cubos. Entonces ¿cómo van a saber a quién multar, si las bolsas no llevan código para identificar? ¿Y por qué en el Boletín de la Provincia donde publican el tema dicen que los operarios podrán inspeccionar porque les otorgan categoría de ‘agentes de la autoridad’ ? (cosa que, por cierto, no puede hacer la Mancomunidad).
Dijo que hay mucha gente que se queja de tener las islas de contenedores cerca. Yo tengo una a diez metros de mi puerta y nunca me he quejado. Pero puestos a esas, también se quejan los que tienen el ferial al lado o quienes no pueden aparcar porque hay procesión o los hosteleros por las fiestukis en la nave municipal, y no pasa na de na.
Por cierto, ni una palabra del basurero en Los Castillejos.
Gerente: Además de repetir las fotos de contenedores de Dios sabe dónde y apuntar también a los bulos sin explicar a qué se refería, hizo una primera revelación sorprendente: los ayuntamientos de la Mancomunidad llevan años incumpliendo la ley (y nadie ha dimitido) porque había que arrimar dinero al servicio de la basura porque con la tasa no se cubría.
La obligación de que la tasa cubra el coste no es del año pasado, como dijo, sino nada menos que de 1989. Aquí un inciso-pregunta: ¿es cierto que para costear la implantación del nuevo servicio de basura se han empleado 1,5 millones de la tasa de agua? De ser así sería una nueva ilegalidad y un despropósito en una situación de sequía.
Otra revelación sorprendente del gerente fue que afirmó que el nuevo sistema de recogida no costaría un euro ni a los ciudadanos ni a los ayuntamientos. Pues a no ser que la Mancomunidad tenga una máquina de hacer billetes, el dinero de la Mancomunidad sale de nuestros impuestos, es decir que sí nos ha costado dinero.
Pero sigamos. En lugar de presentar un estudio de viabilidad, explica que la decisión se toma en un garbeo por los pueblos turísticos de la serranía gaditana y olé. Allí me imagino una escena: embargado por los efluvios de los cubos de basura puestos en la calle, oye una voz, como se recoge en la Biblia (Hechos de los Apóstoles 9:4-6): Jesús, Jesús, por qué no coges de una vez los cubos. Y se convence.
Para reforzar su fe nos relata otro sucedido que me llevó al borde de las lágrimas. Cuenta que muchos alcaldes que habían puesto el contenedor, cuando les ha preguntado se han lamentado y han dicho: Jesús, esto no funciona. Conmueve, pero tal vez tendría que darle más dramatismo, no sé, por ejemplo decir que los alcaldes le abrazaron llorando. Seguro que nos hubiera llevado al llanto.
Redondeó cuestionando la labor de Promedio, empresa que lleva años gestionando residuos, pero, claro, donde se ponga un paseo por Setenil de las Bodegas, que se quite la experiencia acumulada, los estudios técnicos y demás. Tampoco la experiencia de Navarra o País Vasco, con quinto contenedor y donde más se recicla.
Una señora llamada Patricia, de la Mancomunidad: Supongo que tendría la charla preparada para un parvulario y decidió que no merecía la pena cambiarla. A ratos me parecía estar en Barrio Sésamo o que me tomaban por imbécil: “¿y este cubito pequeñito que tenemos aquí?”.
Para la próxima charla le propongo que componga alguna cancioncilla con música pegadiza y letra del estilo ‘al cubito amarillo, solo plástico, no seas pillo’, y nos haga cantarla hasta que la aprendamos.
Por cierto, dijo que las bolsas no nos costarían dinero, porque iríamos a una máquina con nuestro mandito o la pulsera de la condicional y nos darían otra remesa, ¿y cuando lo hagamos no van a cargar el coste a la tasa que paguemos? Lagarto, lagarto.
Representante de Segura: habló poco porque la gente estaba más que harta del desfile de famosos. Dijo que en su pueblo en una semana ya se reciclaba el 73%. Enhorabuena señor, de aquí a San Juan reciclarán el 200%, su basura y la del vecino, ¡quién dijo miedo!
Eché en falta la presencia de representantes de Montemolín o Fuentes, por aquello de la objetividad y el contraste de ideas, pero a lo mejor se les olvidó invitarles.
Termino con una pregunta final: ¿a qué cubito bonito va el imán de nevera que nos van a dar?
Y otra: ¿por qué a las preguntas se contestaba con una retahíla de 15 minutos repitiendo lo ya dicho y por qué hubo varias personas a las que no se les dio la palabra?