Tentudía, en situación de prealerta por la escasez de agua

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Se repite la historia: la Confederación Hidrográfica del Guadiana acaba de decretar la situación de prealerta por sequía en la comarca de Tentudía. En este momento, el estado del embalse no es preocupante, ya que cuenta con 3,74 hectómetros cúbicos de reserva, alrededor de un 74% de su capacidad, pero hay que tener en cuenta que estamos casi al final de la temporada donde se dan mayores precipitaciones, y no ha llovido.

Hace 13 meses, el embalse llegaba a una situación extrema, con apenas 1,6 hectómetros cúbicos de agua, pero a principios de marzo de 2018 comenzó a llover abundantemente y a finales de mayo el pantano estaba en máximos. Desde entonces, no ha dejado de bajar, como muestra el gráfico, con un leve alivio en la segunda quincena de agosto.

¿Y qué implica la situación de prealerta? Entre otras cosas, que se establece un seguimiento de la evolución, se informa a los ayuntamientos y Mancomunidad para que inicien campañas de ahorro entre los vecinos y se activan los planes de emergencia.

PROBLEMA REPETIDO

Cierto es que las lluvias en los últimos siete meses han sido escasas, pero también lo es que Tentudía arrastra un problema de fondo, derivado de la escasa capacidad del embalse.

Periódicamente, cuando se da una situación extrema, se desempolva el proyecto de construcción de una nueva presa, que luego se vuelve a guardar en un cajón, y así lo denunció DTTD en diciembre de 2019, en un artículo que reproducimos por su interés:

Lo reconoce la propia Confederación Hidrográfica del Guadiana en sus documentos de gestión de la cuenca: “En los escenarios futuros, se prevé el incumplimiento a partir del horizonte 2021 de las Unidad de Demanda Urbana A63B (Mancomunidad de aguas de Tentudía), que se solventaría con alguna alternativa de regulación sobre el río Ardila, como la Presa del Bujo”. En otro punto, insiste: “Para el horizonte 2033 se ha supuesto el efecto del cambio climático, que se traduce en una disminución del 6% en las aportaciones naturales. Esta disminución, unida al incremento de las demandas, agrava los incumplimientos en la garantía de diversas demandas, aunque el más preocupante que es el de la Mancomunidad de Tentudia (A63B) quedaría solventado con la implementación de alguna alternativa de regulación ya anteriormente mencionada”.

Sin embargo, aunque CHG apunta que ya en 2021 habrá problemas, no contempla la construcción de la nueva presa, también en la sierra de Tentudía, hasta el periodo 2028-2033.

Pero es que el problema de escasez ya se está dando: tres veces en los últimos años ha habido que activar planes de emergencia, dado que el embalse de Tentudía, de apenas 5 hectómetros cúbicos, no puede responder en cuanto se encadenan varios meses de sequía. Ahora mismo la presa está al 40%, es decir, 30 puntos menos de la media de los últimos diez años. La nueva presa del Bujo, con entre 10 y 14 hectómetros cúbicos de capacidad, no solo solventaría el problema, sino que permitiría afrontar otra cuestión: hoy por hoy, la poca capacidad del embalse inaugurado a finales de los 80 es un lastre para la instalación de nuevas industrias, ya que serían las primeras en sufrir restricciones en caso de sequía.

La citada presa del Bujo ya figuraba en los anteriores planes de la cuenca, de hace más de una década, incluso con un presupuesto asignado. El único problema sería que afecta a un espacio incluido en la Red Natura. Sin embargo, como recoge el BOE de 18 de septiembre de 2015, que incluye la evaluación ambiental del plan de cuenca, esta circunstancia no debe paralizar la obra, por existir un interés superior a proteger. Textualmente dice: “El Plan contempla la construcción de la Presa del Bujo, con un volumen de 10 hm3, para el abastecimiento de la Mancomunidad de Tentudía que afecta a espacios pertenecientes a la Red Natura 2000 y para la que deberán preverse las correspondientes medidas compensatorias. Esta obra se considera de interés público superior (salud humana), habiéndose descartado otras alternativas por sus costes desproporcionados”.

Es más, se indica que si la evaluación fuese negativa, el proyecto debería seguir adelante: “Si la conclusión de esta evaluación fuera negativa, se deberán cumplir, entre otros, los requerimientos contemplados en el artículo 45 de la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, como son que lo hacen, ante la ausencia de alternativas, por razones imperiosas de interés público de primer orden y que se toman cuantas medidas compensatorias sean necesarias para garantizar que la coherencia global de la Red Natura 2000 quede asegurada, tal y como se prevé en el caso de la construcción de la presa del Bujo”.